La siguiente historia la encontré en una hoja que venía dentro de una botella; la transcribo tal cual la hallé:
Espero el diseñador que mandó el mensaje en la botella, y todos los diseñadores, encuentren su justo lugar...aunque, -parafraseando a Borges- ese lugar sea el infierno.
Un mal día muere un Diseñador y se va a las puertas del Cielo; todos sabemos que por su honestidad, siempre van al Cielo.
San Pedro busca en su archivo, pero como tenía mucho papeleo por la invasión israelí a Gaza, no encuentra al Diseñador en la lista:
-Lo lamento, no estás en la lista. Y ahora circula, que viene un cargamento de palestinos.
De modo que el Diseñador, contrariado, se va a la puerta del Infierno. Rápidamente le dan albergue y alojamiento. Poco tiempo después el Diseñador está aburridísimo de padecer las miserias del Infierno, así que se pone a diseñar y proponer mejoras.
Con el paso del tiempo, el diseñador hizo la señalización del infierno y ya nadie se perdía para llegar a su sesión de torturas; diseñó el boletín interno donde se informaba constantemente de los nuevos pecados, como fraude cibernético o compras por internet; creó el logotipo y la imagen corporativa del infierno, por lo que ya no los confundían con los comunistas o con los del Manchester United; diseñó manuales claros y entendibles, por lo que al fin los diablos entendieron cómo usar los hornos de microondas y pudieron dejar de usar los contaminantes hornos de carbón; hizo la página web infernal, y el mundo pudo conocer las nuevas sucursales en Jerusalén, Tel Aviv y Dallas. Diseñó credenciales e identificaciones seguras, y ya no se siguieron colando Rockefeller, Reagan, Voldemort ni Carnegie al jacuzzi sin pagar.
El Diseñador se convirtió en la adquisición más rentable en miles de años para el Infierno desde que pusieron a Herodes a cargo de la guardería.
Con el internet y el mundo globalizado, no se necesita tener omnisciencia para enterarse de las noticias, pero Dios, además, es omnisciente, así que se enteró de todos los avances en el infierno, y lleno de ira (santa, claro) tomó el teléfono y llamó al Corporativo infernal. Contestó la operadora y Dios pidió con el Diablo.
La operadora lo hizo esperar unos meses (que a fin de cuentas, para Dios fueron escasos segundos) mientras escuchaba música de regetón. Al fin contestó el Diablo.
-¿Bueno?
-¿Diablo? ¿Qué tal?¿Cómo están por allá en el Infierno?
-¡Barbas! ¡Qué milagro!?¡Estamos a toda madre!, contestó el Diablo. Acabamos de estrenar la señalización del infierno, tenemos un boletín interno, nuevo logo e imagen corporativa, manuales claros y entendibles, página web rápida y eficiente, y credenciales e identificaciones seguras... ¡ah! por cierto, Juan Pablo segundo ya no puede entrar al jacuzzi. Es más, apunta mi dirección de email : luzbel@infierno.com, por si algo se te ofrece.
Dios preguntó entonces:
-¿Qué acaso tienen un Diseñador allí?
El diablo contestó:
-¡Sí¡
A lo que Dios respondió:
-¡Esto es un enorme y garrafal error!, Nunca debió haber llegado ahí un Diseñador. Los Diseñadores siempre van al Cielo, eso está escrito y resuelto para todos los casos. ¡Regrésamelo de inmediato!
-¡Ni loco! Me está haciendo el organigrama del Infierno para la entrada. Además, le estoy pagando únicamente con taparroscas y dejándolo usar el internet en la oficina. jeje ya estaba acostumbrado.
Dios dice:
-¡Mándamelo inmediatamente o te demando!
El Diablo, entonces ya no puede contener la risa. Se rió unos 3 meses. (Que para Dios fueron 3 siglos) Cuando al fin logra controlarse un poco, contesta:
-¿Y de dónde vas a sacar al abogado? Todos están aquí.
Moraleja:
¡Hay que entender a los Diseñadores, cuidarlos, alimentarlos y proteger sus entornos naturales!
- Un Diseñador no es que sea prepotente, es que está rodeado de inútiles.
- Un Diseñador no tiene el ego muy Grande, es que el cuarto es muy chiquito
- No es que quieran tener la razón siempre, es que los demás siempre se equivocan.
- Un Diseñador no es que carezca de sentimientos, es que los demás son unas nenas lloronas
- Un Diseñador no tiene vida desorganizada, es solo que tiene un ritmo de vida particular.
- Un Diseñador no ve el mundo, lo cambia.
- Un Diseñador no es que sea un crecido, es que los simples mortales no lo comprenden.
- Un Diseñador no es un ser arrogante, simplemente, se sabe por encima de la gente común.
- Un Diseñador no es un enredador, es que los usuarios se enredan porque no entienden nada.
- Un Diseñador no es un crítico, es que los errores de la gente son muy evidentes.
- Un Diseñador no es un inútil para hacer tareas cotidianas, es que para qué gastan sus valiosas energías en bobadas.
- No es que el trabajo los absorba es que… ¿De qué estaba hablando?
- Un Diseñador no comete errores, solo prueba si los demás estaban prestando atención!!
- No es que se crean la gran cosa, ¡ES QUE LO SON!
Espero el diseñador que mandó el mensaje en la botella, y todos los diseñadores, encuentren su justo lugar...aunque, -parafraseando a Borges- ese lugar sea el infierno.