La sola posesión de este libro podría ser considerado algo embarazoso en muchos países; y esto, unido a la prohibición de imprimirlo, o incluso de poseerlo, en muchos otros, congeló prácticamente la venta de cualquier ejemplar... hasta hoy. Este ensayo, escrito por Hitler hace casi 90 años cuando estaba en la cárcel, ha muerto y resucitado más veces que Lázaro. Evidentemente, hablamos de Mi Lucha.
Cuando Hitler publicó por primera vez Mi Lucha en 1925, tuvo una modesta acogida, con tan sólo 9,500 ventas, número que fue cayendo conforme pasaban los años, hasta vender sólo 3,000 en 1928. Seguramente Mi Lucha habría sido olvidada y relegada a un pie de página de la historia, de no ser por la meteórica ascención de su autor, quien fuera un modesto cabo alemán en la primera guerra mundial, a líder del partido nazi.
Y fue en ese entonces cuando Mi Lucha resucitó, por primera vez. En 1930 las ventas de Mi Lucha se dispararon a 54,000 ejemplares. Y para cuando Hitler se convirtió en canciller de Alemania, en 1933, Mi Lucha vendió un millón de ejemplares, cifra que fue subiendo cada año, hasta llegar a los 6 millones en 1940, y que convirtió a Hitler en un autor millonario en vida, como Julio Verne, o J.K. Rowling.
Era tal el éxito de Mi Lucha en Alemania, que se convirtió en una suerte de objeto indispensable o de la buena suerte, siendo costumbre regalarle un ejemplar a los novios en su boda, o a los recién graduados.
Terminada la 2a guerra mundial, evidentemente las ventas de Mi Lucha se desplomaron, e incluso se paralizaron, en buena medida por la muerte y descrédito de su autor, Adolf Hitler, y en otra buena parte, por la prohibición en la mayoría de los países de Europa, de publicarlo. Actualmente es ilegal imprimir Mi Lucha en Alemania, los Países Bajos, Polonia y Rusia; pero no en Estados Unidos. Parecía que Mi Lucha, como Adolf Hitler, estaba muerta y enterrada... pero llegaron los e-books.
Con los e-books, se elimina la necesidad de imprimir, y se salvan las barreras internacionales... y las prohibiciones; además de que permiten llevar un ejemplar vergonzoso o embarazoso discretamente en un Kindle, pues no muestra ninguna reveladora portada que anuncie qué libro estamos leyendo. Todo lo anterior le sentó de maravilla a Mi lucha, que experimentó una enésima resurrección, ahora en formato electrónico, convirtiéndose nada más y nada menos que en el libro líder en ventas de Amazon en la sección de Propaganda y Psicología Política.El Cid está de vuelta.
Cuando Hitler publicó por primera vez Mi Lucha en 1925, tuvo una modesta acogida, con tan sólo 9,500 ventas, número que fue cayendo conforme pasaban los años, hasta vender sólo 3,000 en 1928. Seguramente Mi Lucha habría sido olvidada y relegada a un pie de página de la historia, de no ser por la meteórica ascención de su autor, quien fuera un modesto cabo alemán en la primera guerra mundial, a líder del partido nazi.
Y fue en ese entonces cuando Mi Lucha resucitó, por primera vez. En 1930 las ventas de Mi Lucha se dispararon a 54,000 ejemplares. Y para cuando Hitler se convirtió en canciller de Alemania, en 1933, Mi Lucha vendió un millón de ejemplares, cifra que fue subiendo cada año, hasta llegar a los 6 millones en 1940, y que convirtió a Hitler en un autor millonario en vida, como Julio Verne, o J.K. Rowling.
Era tal el éxito de Mi Lucha en Alemania, que se convirtió en una suerte de objeto indispensable o de la buena suerte, siendo costumbre regalarle un ejemplar a los novios en su boda, o a los recién graduados.
Terminada la 2a guerra mundial, evidentemente las ventas de Mi Lucha se desplomaron, e incluso se paralizaron, en buena medida por la muerte y descrédito de su autor, Adolf Hitler, y en otra buena parte, por la prohibición en la mayoría de los países de Europa, de publicarlo. Actualmente es ilegal imprimir Mi Lucha en Alemania, los Países Bajos, Polonia y Rusia; pero no en Estados Unidos. Parecía que Mi Lucha, como Adolf Hitler, estaba muerta y enterrada... pero llegaron los e-books.
Con los e-books, se elimina la necesidad de imprimir, y se salvan las barreras internacionales... y las prohibiciones; además de que permiten llevar un ejemplar vergonzoso o embarazoso discretamente en un Kindle, pues no muestra ninguna reveladora portada que anuncie qué libro estamos leyendo. Todo lo anterior le sentó de maravilla a Mi lucha, que experimentó una enésima resurrección, ahora en formato electrónico, convirtiéndose nada más y nada menos que en el libro líder en ventas de Amazon en la sección de Propaganda y Psicología Política.El Cid está de vuelta.