¿Porqué alguien preferiría seguir leyendo un viejo libro de papel, si puede leer un e-book?
Sí, el viejo Libro tiene un nuevo competidor, que amenaza con -al fin- desterrarlo por siempre a los museos y anaqueles del recuerdo. Este competidor es joven, ambicioso y moderno: el e-book.
El e-book tiene grandes ventajas sobre su vetusto competidor: el e-book generalmente cuesta menos que un libro, ocupa menos espacio y peso; de hecho, el formato electrónico permite llevar toda una biblioteca en la palma de la mano; si quieres comprarlo, siempre lo encuentras, pues no puede agotarse de las librerías, y es la última moda entre los que aman los gadgets y la lectura.
Pero, inesperadamente, El Libro, el viejo libro, tiene no una, sino varias -muchas- ventajas sobre el nuevo e-book:
Un libro es infinitamente más resistente: puedes echarle café encima, dejarlo caer 10 pisos, pasarle una aplanadora por encima o dejarlo al rayo del sol... y seguirá sirviendo; un e-book no.
El libro lo puedes regalar, prestar o donar, porque sí es tuyo; el e-book, en realidad, no lo es. (Lo es el dispositivo, no el e-book)
El libro puedes personalizarlo como gustes: puedes arrancarle y hasta agregarle páginas. Puedes colorearlo, rayarlo, recortarlo, anotarlo y doblarle las páginas.
El libro puedes dejarlo en un estante literalmente durante siglos, y al abrirlo, seguirá sirviendo. Un e-book, no.
El libro no necesita actualizaciones o recargas.
El libro no dejará de ser obsoleto ni podrá dejarse de leer porque su software sea viejo. (Los libros escritos por los amanuenses hace 800 años, se pueden leer; los diskettes o discos Floppy, hechos hace 10, ya no se pueden leer)
El libro no puede ser detectado o anulado por un dispositivo electrónico.
El libro puede usarse en cualquier contingencia, pues no requiere electricidad ni conexión a internet.
El libro no necesita mantenimiento.
El libro sí sobreviviría a unataque de pulso electromagnético. (El kindle, y todos los dispositivos electrónicos,no)
El libro no puede ser borrado o eliminado al tocar una tecla equivocada.
El libro tiene no sólo forma y color, sino textura, olor y hasta sabor.
El libro no puede ser censurado o destruído masivamente por algún gobierno con sólo cerrar una página web. (Cuando el FBI cerró Megaupload, destruyó toda la información alojada en esa página)
El libro no puede ser espiado por Obama o la CIA
El libro es el brillante resultado final de más de 2,000 años de esfuerzos de amanuenses, dibujantes, tipógrafos, diseñadores editoriales, e impresores en perfeccionarlo hasta hacerlo la mejor manera de reproducir y leer un texto, desde el punto de vista óptico y visual. El e-book pierde mucho de esos logros.
El libro sigue siendo, pesar de los adelantos del Kindle, la manera más cómoda, relajada, conveniente y elegante de leer un libro.
El libro puede calentarte no sólo el alma, sino el cuerpo, usándolo de combustible si estás atrapado en un glaciar, o hasta como una casa.
El libro puedes comprarlo -y leerlo- de manera completamente anónima, y nadie se enterará de qué estás leyendo. (Los libros del Kindle se compran en línea, y por lo tanto con tu tarjeta de crédito... y con tus datos)
El libro puedes firmarlo, dedicarlo y conservarlo toda tu vida como recuerdo.
El libro es en sí mismo un objeto icónico, intemporal y hermoso.
Cuando dentro de 1,000 años un arqueólogo (humano o extraterrestre) desentierre los restos de nuestra civilización y encuentre los despojos desguasados de televisiones, videocaseteras, cámaras, cintas, kindles, teléfonos, ipads, celulares y demás dispositivos, entonces completamente inutilizables; se llenará de curiosidad, preguntándose para qué servía toda esa basura tecnológica circundante; y buscando más, se agachará y se maravillará al encontrar el único dispositivo humano que seguirá sirviendo entonces: Un libro.
Sí, el viejo Libro tiene un nuevo competidor, que amenaza con -al fin- desterrarlo por siempre a los museos y anaqueles del recuerdo. Este competidor es joven, ambicioso y moderno: el e-book.
El e-book tiene grandes ventajas sobre su vetusto competidor: el e-book generalmente cuesta menos que un libro, ocupa menos espacio y peso; de hecho, el formato electrónico permite llevar toda una biblioteca en la palma de la mano; si quieres comprarlo, siempre lo encuentras, pues no puede agotarse de las librerías, y es la última moda entre los que aman los gadgets y la lectura.
Pero, inesperadamente, El Libro, el viejo libro, tiene no una, sino varias -muchas- ventajas sobre el nuevo e-book:
Un libro es infinitamente más resistente: puedes echarle café encima, dejarlo caer 10 pisos, pasarle una aplanadora por encima o dejarlo al rayo del sol... y seguirá sirviendo; un e-book no.
El libro lo puedes regalar, prestar o donar, porque sí es tuyo; el e-book, en realidad, no lo es. (Lo es el dispositivo, no el e-book)
El libro puedes personalizarlo como gustes: puedes arrancarle y hasta agregarle páginas. Puedes colorearlo, rayarlo, recortarlo, anotarlo y doblarle las páginas.
El libro puedes dejarlo en un estante literalmente durante siglos, y al abrirlo, seguirá sirviendo. Un e-book, no.
El libro no necesita actualizaciones o recargas.
El libro no dejará de ser obsoleto ni podrá dejarse de leer porque su software sea viejo. (Los libros escritos por los amanuenses hace 800 años, se pueden leer; los diskettes o discos Floppy, hechos hace 10, ya no se pueden leer)
El libro no puede ser detectado o anulado por un dispositivo electrónico.
El libro puede usarse en cualquier contingencia, pues no requiere electricidad ni conexión a internet.
El libro no necesita mantenimiento.
El libro sí sobreviviría a unataque de pulso electromagnético. (El kindle, y todos los dispositivos electrónicos,no)
El libro no puede ser borrado o eliminado al tocar una tecla equivocada.
El libro tiene no sólo forma y color, sino textura, olor y hasta sabor.
El libro no puede ser censurado o destruído masivamente por algún gobierno con sólo cerrar una página web. (Cuando el FBI cerró Megaupload, destruyó toda la información alojada en esa página)
El libro no puede ser espiado por Obama o la CIA
El libro es el brillante resultado final de más de 2,000 años de esfuerzos de amanuenses, dibujantes, tipógrafos, diseñadores editoriales, e impresores en perfeccionarlo hasta hacerlo la mejor manera de reproducir y leer un texto, desde el punto de vista óptico y visual. El e-book pierde mucho de esos logros.
El libro sigue siendo, pesar de los adelantos del Kindle, la manera más cómoda, relajada, conveniente y elegante de leer un libro.
El libro puede calentarte no sólo el alma, sino el cuerpo, usándolo de combustible si estás atrapado en un glaciar, o hasta como una casa.
El libro puedes comprarlo -y leerlo- de manera completamente anónima, y nadie se enterará de qué estás leyendo. (Los libros del Kindle se compran en línea, y por lo tanto con tu tarjeta de crédito... y con tus datos)
El libro puedes firmarlo, dedicarlo y conservarlo toda tu vida como recuerdo.
El libro es en sí mismo un objeto icónico, intemporal y hermoso.
Cuando dentro de 1,000 años un arqueólogo (humano o extraterrestre) desentierre los restos de nuestra civilización y encuentre los despojos desguasados de televisiones, videocaseteras, cámaras, cintas, kindles, teléfonos, ipads, celulares y demás dispositivos, entonces completamente inutilizables; se llenará de curiosidad, preguntándose para qué servía toda esa basura tecnológica circundante; y buscando más, se agachará y se maravillará al encontrar el único dispositivo humano que seguirá sirviendo entonces: Un libro.