Es una noticia vieja que en EEUU, los e-books ya han superado en ventas a los libros impresos (en adelante les llamaremos simplemente libros).
Para ser exactos, ocurrió en 2011.
Ese año los expertos en tecnología escribieron en sus blogs y artículos: el libro ha muerto.
Así, el libro parece ser una víctima más de la cruenta guerra llamada revolución digital,destinado a tomar un lugar en la fosa común tecnológica junto a otros ilustres cadáveres, como el disco de vinilo, el cassete, o el teléfono de disco.
Y es que desde 2007, que se presentó el e-book, éste le ganó más y más terreno a el libro impreso, hasta que en 2011, como decíamos, el e-booksuperó en ventas al libro.
Otro presagio que parecía confirmar la inevitable muerte de loslibros: el hermano del libro, el periódico impreso, también parece próximo a perecer.
Diarios importantes como The Guardian, The New York Times, Journal do Brasil o The Irish Post, han decidido abandonar su versión impresa, y muchos otros definitivamente han cerrado. Incluso la Enciclopedia Británica, con 244 años de antiguedad, dejó de imprimirse en 2010.
Así, en 2011, pobre y arcaico libro no parecía tener esperanza. A lo mucho, aseguraban los expertos, duraría hasta el 2016, cuando se imprimiría el último libro.
Pero algo pasó: después de 5 años seguidos con espectaculares cifras de crecimiento, los lectores electrónicos han sufrido en 2012 y 2013 un brusco frenón, mientras que la caída de la venta de los libros... se detuvo.
Parece que el mercado se estabiliza: el boom de las ventas de lectores electrónicos ya se detuvo, y los conversos que el nuevo formato podía conseguir ya fueron convertidos. El resto, se quedó con el libro de papel.
No es extraño. Recordemos que cuando llegó el radio, parecía ser el fin del libro. Y no. Luego llegó el cine, y tampoco terminó con los libros; después lo intentaron los discos, la televisión, los casettes, las videograbadoras, los CDs, el internet... y el libro sobrevivió. Y es que al fin, ninguno lo substituyó. Sólo eran alternativas.
Los discos de vinilo fueron eliminados por los CDs, porque éstos los substituían exactamente: Un CD hace exactamente lo mismo que un disco de vinilo, y además, lo hace mejor.
Sorprendentemente, el e-book no substituye con exactitud al libro; así como dicen que por unos milímetros la bala que le dispararon a Ronald Reagan no lo mató, hay unos milímetros de diferencia, pero diferencia al fin, que le da al libro, un uso diferente al del e-book, y le permiten vivir para bien -a diferencia del caso presidencial-.
Gracias sean dadas a la deidad correspondiente.
Para ser exactos, ocurrió en 2011.
Ese año los expertos en tecnología escribieron en sus blogs y artículos: el libro ha muerto.
Así, el libro parece ser una víctima más de la cruenta guerra llamada revolución digital,destinado a tomar un lugar en la fosa común tecnológica junto a otros ilustres cadáveres, como el disco de vinilo, el cassete, o el teléfono de disco.
Y es que desde 2007, que se presentó el e-book, éste le ganó más y más terreno a el libro impreso, hasta que en 2011, como decíamos, el e-booksuperó en ventas al libro.
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Desde el 2007, las ventas de libros cayeron en picada hasta el 2012. CLICK PARA AMPLIAR. |
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La última portada de un periódico más de los miles (cientos sólo en EEUU) de diarios que han cerrado en los últimos 5 años. |
Diarios importantes como The Guardian, The New York Times, Journal do Brasil o The Irish Post, han decidido abandonar su versión impresa, y muchos otros definitivamente han cerrado. Incluso la Enciclopedia Británica, con 244 años de antiguedad, dejó de imprimirse en 2010.
Así, en 2011, pobre y arcaico libro no parecía tener esperanza. A lo mucho, aseguraban los expertos, duraría hasta el 2016, cuando se imprimiría el último libro.
Pero algo pasó: después de 5 años seguidos con espectaculares cifras de crecimiento, los lectores electrónicos han sufrido en 2012 y 2013 un brusco frenón, mientras que la caída de la venta de los libros... se detuvo.
Parece que el mercado se estabiliza: el boom de las ventas de lectores electrónicos ya se detuvo, y los conversos que el nuevo formato podía conseguir ya fueron convertidos. El resto, se quedó con el libro de papel.
No es extraño. Recordemos que cuando llegó el radio, parecía ser el fin del libro. Y no. Luego llegó el cine, y tampoco terminó con los libros; después lo intentaron los discos, la televisión, los casettes, las videograbadoras, los CDs, el internet... y el libro sobrevivió. Y es que al fin, ninguno lo substituyó. Sólo eran alternativas.
Los discos de vinilo fueron eliminados por los CDs, porque éstos los substituían exactamente: Un CD hace exactamente lo mismo que un disco de vinilo, y además, lo hace mejor.
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A su vez, los MP3 substituyeron a los CDs. |
Sorprendentemente, el e-book no substituye con exactitud al libro; así como dicen que por unos milímetros la bala que le dispararon a Ronald Reagan no lo mató, hay unos milímetros de diferencia, pero diferencia al fin, que le da al libro, un uso diferente al del e-book, y le permiten vivir para bien -a diferencia del caso presidencial-.
Gracias sean dadas a la deidad correspondiente.
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Yupiiiiii |